Mejor Actuación Colectiva para Smog en tu corazón de Lucía Seles
Mejor Actuación Colectiva: Martín Aletta, Gabriela Ditisheim, Laura Nevole, Pablo Ragoni e Ignacio Sánchez Mestre, por “Smog en tu corazón”.
Premio colectivo a los cinco actores de la película de Lucía Seles.
Aquí estoy con tres de ello, Pablo, Laura y Martin. Han sido la gran sorpresa en los medios argentinos:
Un misterio llamado Lucía Seles y su trilogía cómica en el #bafici2022 Por Diego Batlle Publicada el 27-04-2022
Cualquiera que revise el catálogo del 23º BAFICI encontrará tres largometrajes de una directora llamada Lucía Seles (Smog en tu corazón, Saturdays Disorders y Weak Rangers), pero detrás de esta artista prolífica y desenfadada hay una historia que conviene reconstruir y rescatar.
Smog en tu corazón dura 112 minutos y se exhibe dentro de la Competencia Argentina (aquí Ezequiel Boetti escribió una larga crítica); Saturdays Disorders dura 97 y se presenta dentro de la sección Comedias, al igual que Weak Rangers, que se extiende por nada menos que 128 minutos. En conjunto conforman la “trilogía del tenis” y nos permiten acercarnos al delirante y absurdo universo de Lucía Seles que -digamos todo- también tiene algo de melancolía y melodrama más allá de su humor desaforado y por momentos desopilante.
¿Pero quién es Lucía Seles? En principio su DNI decía que se llamaba Diego Fernández, pero luego fue Rocío Fernándes y con ese nombre firmó películas como Baixo erotism (2005), Mujer sin un destino (2006) y Dumbo 4 (2007), que generaron bastante revuelo desde una sección bastante marginal como Vitrina Argentina en el Festival de Mar del Plata.
Pero tiempo después Rocío Fernándes mutó a Lucía Seles, multifacética artista que ha grabado mucha música que puede escucharse en Bandcamp, solo en 2021 estrenó cuatro obras de teatro como dramaturga y directora (los títulos de algunas de sus puestas son Si iu tomorrow incendiary, My Hurlingham, La casa de Alba Torrens 16 y ThePallMallTwins) y ahora acometió con tres comedias premeditadamente salvajes, desprolijas y a su manera sorprendentes y seductoras.
Las tres películas tienen como epicentro un complejo de tenis en Luján y como protagonistas a cinco intérpretes: Martín Aletta, Gabriela Ditisheim, Laura Nevole, Pablo Ragoni e Ignacio Sánchez Mestre. Marta llegará como tenista, se convertirá en profesora y terminará como jefa de personal, luego está el querible sanjuanino Sergio, el coordinador del lugar Manuel, el contador Javier o la siempre atribulada Luján. Son personajes un poco torpes, algo inocentes, bastante entusiastas y de buen corazón. Y además hay excéntricos personajes secundarios. Y perros. Muchos perros.
La narración es -producto de una edición devastadora- totalmente caótica y entrecortada, con bruscos cambios de ejes, quiebres temporales, situaciones que se terminan de forma abrupta y luego se retoman. El cine de Seles es el reino de la arbitrariedad, la digresión y el capricho. Porque puede y porque no le tiene miedo al ridículo, al qué dirán y se caga olímpicamente en las convenciones del cine tradicional y bienpensante.
Pero si de caprichos hablamos nada más caprichoso que los textos que inundan la pantalla en una suerte de diario íntimo de la autora con sus neurosis y sus angustias que por momentos derivan en comentarios laterales sobre las propias películas. Esas frases están escritas con horrores ortográficos o en un inglés mal conjugado o con palabras deformadas… Una forma de poesía absurda, que genera desde irritación hasta fascinación.
Más allá de la locación principal (esas canchas de polvo de ladrillo), hay otras como un viejo parque de diversiones que resiste el paso del tiempo con su look vintage, y basílicas y parroquias (una de las intrigas que se abordan de una película a otra tiene que ver con el “vía crucis menos famoso”) en un universo de clase media bonaerense que evita caer en el patetismo, el pobrismo o la ridiculización.
Es difícil precisar a la distancia y sin todas las pruebas del caso (no vi sus primeros films ni sus obras de teatro) si la carrera de Diego Fernández-Rocío Fernándes-Lucía Seles es una exploración siempre estimulante de nuevos lenguajes, pero la “trilogía del tenis” tiene muchos (too many) elementos disruptivos, renovadores, provocadores y audaces. Es, sin dudas, una de las (re)apariciones y revelaciones más interesantes de este BAFICI.